Voy a contar la historia que marcó los orígenes del nombre de mi empresa, Santa Barbara Bodas de Ensueño.

Barbara es el nombre de mi bisabuela, a quien tuve la suerte de conocer y con quien viví durante algunos años. Fue una mujer que, sin la ayuda de nadie, supo labrarse su propia vida. Su lema, «esfuerzo, sudor y lágrimas», estaba grabado en sus ojeras que rodeaban sus ojos verdes.

Su esfuerzo y cariño siempre me han recordado por qué en la vida hay que luchar para sacar adelante cualquier idea. Ella siempre escuchaba mis ideas y decía: «No hay idea mala, sino poca fuerza de voluntad. Lucha y persigue tus sueños, no los dejes escapar».

Aquí estamos, 24 años después de su fallecimiento, siguiendo sus consejos para seguir adelante con mi sueño: una empresa que realiza las bodas con las que todo el mundo sueña, en lugar de vender sueños baratos que nunca se cumplen.